jueves, 2 de mayo de 2013

Canales, no pidas suerte a la Virgen. Pide a tus fisioterapeutas que trabajen tu propiocepción.



Un hecho llamativo para cualquier fisioterapeuta que se precie. Sergio Canales se rompe el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha en octubre de 2011. No, esto pueden ser varias cosas, desde sobreuso hasta puramente mala suerte, pero no llamativo. Lo que sí que lo es es que exactamente a los seis  meses, después de ser operado y al poco de reincorporarse al equipo, se lo vuelva a romper  (jugando contra el Atlético de Madrid y al grito de "¡que se me acaba la carrera!"). Y esta vez sin recibir ningún golpe ni entrada sobre su pierna. Él sólo, solito, en un giro cuando tenía el balón. Repetimos: sin que nadie le diese un golpe o le desestabilizara la rodilla.
Giro con pie en el suelo. Rodilla que no se estabiliza y se hunde en rotación y valgo forzado.

¿Pero por qué llamativo? Encima de la mala suerte que ha tenido el chico... Seguro que de eso mismo se esforzaron en convencer a Canales los médicos y fisioterapeutas del Valencia FC. Pero Sergio, esto no es mala suerte. Esto es un ejemplo de un discutible tratamiento, y en especial del de Fisioterapia en su última fase: el entrenamiento sensitivo-perceptivo-motriz, popularmente conocido como:

Amiga de todo aquel que no quiere recaer



Las fases de una recuperación después de una lesión


Cuando hay una lesión la recuperación conlleva varias fases que, en la práctica y grandes rasgos, se podrían englobar en dos: 
  1. La recuperación o cicatrización del tejido que se ha dañado: que puede ser, por ejemplo, unos días con un vendaje funcional para los ligamentos en un esguince de tobillo, técnicas manuales de fisioterapia para una contractura muscular o una operación de ligamento cruzado anterior para reponerlo con una plastia. --------------   ---------------------------------------------- -_________________________________________________________________________
  2. La restauración de lo que se ha perdido secundariamente por el reposo y la inmovilización en caso de haberse dado. Es decir: la recuperación de la movilidad articular y la fuerza muscular.

¿Y entonces ya estás listo para volver jugar?

____No. Nein. Ne pas. De ninguna manera. Falta una tercera fase, muchas veces olvidada, a la que incluso en deportistas de élite no se le da la importancia que tiene ni se trabaja adecuadamente:

     3. El reentramiento de la propiocepción.



¿Qué es la propiocepción?


La propiocepción es el sistema que tenemos para informar al cerebro de la posición de nuestro cuerpo. Es decir, cuando cerramos los ojos somos capaces de decir si tenemos el codo estirado o doblado y no porque lo estemos viendo, sino porque en nuestros músculos y articulaciones hay receptores que nos están informando del grado de estiramiento de nuestras estructuras, la presión que reciben y otros tipos de datos.

Estos receptores son los propioceptores, que junto con exteroceptores (visión, piel, oído o sistema vestibular), trabajan como un sistema integrando los datos que recoge cada uno para informarnos de la posición exacta de nuestras articulaciones en cada momento, tanto cuando estamos parados como cuando nos estamos moviendo.

Pero este sistema no es sólo sensorial, sino que también elabora y manda las respuestas instantáneas a los músculos para ajustar nuestra posiciones y movimientos. Un ejemplo: si al realizar un salto caemos sobre el pie de otro jugador con nuestro tobillo en una marcada supinación, el sistema propioceptivo lo detecta y enviará rápidamente y de manera automática una respuesta para contraer los músculos peroneos y evitar así un esguince de tobillo. Lo de "rápidamente" dependerá del estado y entrenamiento del sistema en cada individuo.

Después de una lesión, la capacidad de estos receptores y en general de este sistema se merma, debido a la lesión física de los receptores y a la falta de estimulación que han tenido durante el reposo tanto ellos como sus vías de información y respuesta. La baja forma llega hasta ahí.

Líneas verdes: propipceptores articulares (Huso muscular, sistema de Golgi, terminaciones nerviosas libres y etc) y su ramas aferentes que conducen la información hasta asta posterior de médula espinal (Ej: informar de demasiada tensión en el ligamento peroneoastragalino anterior que indica que me voy a hacer un esguince). Líneas moradas: vías eferentes por donde se envían la información de respuesta (Ej: contraer la musculatura peronea para estabilizar el tobillo). Lneas negras: informan a centros superiores del Sistema Nervioso Central.






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La fuerza no lo es todo


Por ello tu puedes operarte de una rodilla, recuperar después la movilidad y reestablecer la fuerza hasta tener un cuádriceps como el de Roberto Carlos. Pero si no trabajas después o a la vez la propiocepción para reentrenar la sensibilidad de este sistema y su velocidad de reacción puede que en un partido hagas un cambio de dirección y ese cuádriceps tan espléndido con el que tu traumatólogo duerme tranquilo no se contraiga a tiempo para evitar que te la rompas de nuevo. Es decir, una musculatura potente no quiere decir una musculatura capaz de reaccionar a tiempo.

Trabajo analítico de fuerza
 (también necesario)
Trabajo de propiocepción y fuerza global (apoyo 
monopodal sobre base inestable con desequilibrio 
externo de devolución del balón)


Ocasión para la autocrítica en el deporte de élite


                                Rueda de prensa del jefe médico del Valencia C.F. después de la nueva lesión      


La verdad es que no, Jordi Candel, "Sergio Canales no sufre un trauma-um-aum-traumatismo (un lenguaje no verbal bastante expresivo) importante a una velocidad importante". Se lo rompe él solo al no estabilizar su rodilla en un giro. Yo también estaría nervioso, pero no te culpes. El problema es que no tienes muy en cuenta que colocar bien una plastia no lo es todo, y que por eso los fisioterapeutas de tu equipo deberían estar también consternados. Tal vez no les habéis dejado el suficiente tiempo de evolución para trabajar en esta lesión o tal vez el tratamiento no fue el adecuado (¿de verdad no cambiaríais nada cuando el resultado de lo que se ha hecho ha sido el peor que se podía esperar?). A la vista de los resultados las dos cosas son seguras, y también el que reflexionar sobre ello nos ayudara a mejorar.

Por eso este caso abre la luz sobre otros detalles, como el poco respeto por los tiempos de recuperación en este deporte, donde por encima de cualquier otra cosa prima el dinero y los resultados, o los criterios de clubes sobre su personal sanitario. No es normal que un paciente de este tipo, joven, con buena forma física de base, que tiene como único trabajo su recuperación y a su disposición todos los medios disponibles, le queden estas secuelas y tenga que pagarlas con lesionarse otra vez.

El caso de Canales es un claro ejemplo de un déficit de propiocepción secundario a una lesión, que ha permanecido sin haberse reentrenado suficientemente para estar al nivel de los gestos propios del deporte al que se integra al jugador después, en este caso el fútbol. 


"He pedido a la virgen suerte con las lesiones"


Conclusiones


Fisioterapeutas, no bajéis la guardia y os olvidéis en los procesos de recuperación trabajar intensamente la propiocepción, empezando por los ejercicios más bajos de la progresión hasta los gestos más exigentes del deporte que se realice (o de la actividad laboral o etc). Normalmente con el tratamiento correcto todas las lesiones curan, pero un objetivo que debemos de tener por encima de eso es eliminar la lacra de constantes recidivas, que pueden suponer para el deportista un continuo bucle de empezar-parar-empezar y una evolución de la lesión que acabe por cronificarla o dejar secuelas. Y más interesante todavía, incluir la propiocepción como prevención en los entrenamientos regulares de jugadores sanos. La lesión que se cura antes es la que directamente no se produce.

También es importante que los jugadores sean conscientes de este concepto por dos motivos: el primero porque es una parte del tratamiento totalmente activa. Es decir, no es recibir masajes, movilizaciones, electroterapia o cualquier otra técnica sobre la camilla, sino que es algo que tienen que hacer por ellos mismos y que el fisioterapeuta no se puede poner a realizar por ellos. Por eso es importante su compromiso y planificación para realizarlo. Y el segundo, para que no les hagan un "Canales". ¿Cuántos casos hay de personas que han tenido un esguince, han llevado vendaje y escayola y después su recuperación ha consistido en únicamente caminar? Y ese tobillo "ha quedado mal" y vuelven a hacerse esguinces cada poco. Ahora ya sabéis por qué, a quién hay que acudir y qué es lo que trabajarán.

Y para terminar una imagen para que Jordi Candel vea lo que sí es un traumatismo, y de esos de los que ni la propiocepción más rápida puede librarte. Por suerte para el hockey español y para satisfacción de los médicos y fisioterapeutas que le atendieron, Santi Freixa no ha vuelto a recaer de su rodilla. En próximas entregas colgaremos un ejemplo de pauta de ejercicios de entrenamiento propioceptivo para una lesión como esta.


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